¿Y qué es el alma?
¿Y qué es el alma? ¿Acaso es real? Y de ser así, ¿realmente cuál es su uso? ¿Es acaso lo que nos da la vida y nos vuelve humanos? El último ingrediente para La Creación, la llama que Frankenstein utilizó para darle vida a su criatura. O es solo una idea abstracta, utilizada para separar al humano de otros seres vivos. Una construcción religiosa, con bases en la moral, cuya única función es posicionarnos en una pirámide espiritual. Hecha para destacarnos como individuos con juicio.
O es un conglomerado de todo lo que nos hace ser nosotros mismos. Nuestros recuerdos y emociones mezclados, creando aquello que nos hace reír, llorar y amar. Y si es una construcción, ¿puedo romper yo la mía? Comenzar de cero, derribando los cimientos erosionados por mis lágrimas y edificando un templo nuevo, con columnas altas y resplandecientes. Con nuevas cerraduras, que resguarden mi identidad y dejen afuera todo lo que aún no quiero procesar.
Sin ella, ¿seguiríamos siendo humanos? Capaces de reír y llorar o encontrar nuestro rostro en el de un desconocido. Tal vez sin ella sería más fácil vivir, no cargando el peso de nuestra consciencia y no habría que perdonar lo que nunca sentimos. Usualmente me reafirmo que no existe, algunos dirían que de esta manera desacredito mis sentimientos.
Pensar antes de actuar y suprimir impulsos, al punto de que si el alma en verdad existe, fue reducida y guardada bajo llave, como un secreto familiar. Así que mientras no logre verse, es como que nunca fue. Así no puedes lastimar algo que no existe. O algo que no se ve.